En este ayuntamiento ocurren cosas muy raras. Hay muchos colectivos, dentro de él, que tienen derechos diferentes al resto de la plantilla.

CGT parte de la necesidad de que la jubilación debería adelantarse, justo lo contrario de lo que han hecho los gobiernos del PSOE y del PP. Y que una buena edad de jubilarse, serían los 60 años.

Y es por eso que no ponemos ninguna pega para que haya gente que lo consiga en esta casa, como pueden ser los bomberos y ahora también parece ser que la policía local.

Ya nos gustaría que todos los oficios tuvieran esa suerte, pero  todos y todas tenemos claro que hay gente con más cancha o suerte que otras.

Pero los intentos de poder dar una salida a colectivos determinados que no sean policías o bomberos, no cuela ni a nivel local ni estatal. Aqui, como mucho, se ha sacado una escala auxiliar para determinados oficios, a partir de los 58, pero que, en la practica, se niegan a facilitar.

Lo que sí que ha colado es que un determinado colectivo, pese a lo extraño del tema, pueda irse a su casa en una segunda actividad inexistente aunque retribuida con generosidad.

Y nuestra duda surge ahora, si ese colectivo, el de policías, ya está a punto de conseguir una rebaja en su jubilación de siete años, debería mantenerse el privilegio de dejar de acudir a un puesto de trabajo a los 55 años? (observad que no decimos nada si se les diera destino)

¿Qué sentido tiene?

Y ahora pongámonos en un ejemplo práctico, Manolo Lopez Tacher, es un asalariado que ocupa plaza en este ayuntamiento de policía local. Lleva ya 5 años en su casa, porque ahora tiene 60 años, y no tuvo “la suerte” de que le dieran una segunda actividad con destino, por lo que ahora desde Benidorm, donde ha trasladado su vivienda habitual, lee la noticia. Echa sus cuentas y descubre que no le compensa, que cobra más por hacer lo mismo, no hacer nada, que si se jubila, por lo que le envía una carta certificada al ayuntamiento, comunicándole su no intención de jubilarse a los 60 y que prefiere estar en la segunda actividad sin destino que tiene hasta los 66 y dos meses, que es lo que les correspondería en la edad de jubilación normal.

El ayuntamiento al recibir su carta en recursos humanos se sorprende de que no se quiera jubilar, pero claro no puede hacer nada, deberá seguir pagando su nómina a cuenta del capítulo uno y no podrá sacar su plaza la calle porque seguirá ocupada. Vamos una torta como un pan de grande.

Y después de este ejemplo volvemos a hacer la pregunta clave, si ya han conseguido(o van a conseguir) la jubilación a los 60, qué sentido tiene tenerlos en segunda actividad sin destino a los 55? ¿Qué será lo siguiente, pedir la segunda actividad a los 50 años, o mejor a los 45?

En fin apoyemos la jubilación para todo el mundo a los 60. Desde ya. Pero no podemos apoyar que la gente se vaya a su casa a seguir cobrando 10 años antes de jubilarse. Ni es ético, ni es justo.