CGT decidió en los últimos años, hacer una apuesta fuerte por volver a conseguir un derecho que nos había sido secuestrado en esta corporación.

Estamos hablando de la escala auxiliar para el personal de oficios. Una escala que reconoce el derecho de las y los trabajadores con gran carga física en el desarrollo de su trabajo y que por diversas circunstancias no pueden desarrollarla correctamente, con la plenitud necesaria, a poder trasladarse a un puesto con unas características diferentes, a un sitio donde sus aptitudes estén en sintonía con sus capacidades.

Para nosotros y nosotras, este era un objetivo imprescindible, un objetivo a alcanzar sin ninguna traba. No era así para el resto de sindicatos, así de claro lo decimos.

Dos líneas fueron las que intentamos desarrollar por todos los medios. Por un lado, la de conseguir la escala para las personas con una diversidad funcional manifiesta y por otro lado para las personas mayores de 58 años que es evidente, ya no tienen las mismas capacidades físicas de personas con menor edad. Y aclaramos que otros colectivos no más expuestos a esfuerzos físicos que el personal de oficios, ya tienen escalas auxiliares o segundas actividades sin destino con 55 años en esta casa y todo el mundo lo interioriza como una cosa “normal”.

Además el pase a la escala auxiliar debe significar que se crean plazas de sustitución en aquellos lugares donde se quedan sin un compañero o compañera.

Pues bien hoy es el día en que podemos anunciar que el objetivo de CGT ya está conseguido.

Hoy, jueves 3 de mayo de 2018, están tomando posesión de sus nuevos lugares de trabajo aquellas personas que en los últimos meses iniciaron el proceso de obtener dicha escala auxiliar.

No han sido muchos movimientos (era la excusa que nos ponían para no ponerla en marcha). La gente sabe que ir a la escala auxiliar no es un chollo, es simplemente intentar poder rendir al 100 por 100 en función de sus capacidades. Pero ese derecho, está ahí para poderlo usar con responsabilidad. Y desde CGT nos sentimos orgullosas y orgullosos de poder proclamar que sin nuestras líneas rojas este derecho estaría todavía aparcado en algún cajón del servicio de prevención o de personal.

Feliz nuevo destino compañeros y compañeras.

Y ahora a por otros objetivos que también tenemos como metas alcanzables.