Tener memoria sirve para recordar acontecimientos sucedidos en el pasado.

En estos días, en que se nos ha comunicado que las necesidades del servicio de instalaciones deportivas son tan claras, graves y urgentes, que se va a proceder YA MISMO a la contratación de 18 personas bajo el epígrafe de “acumulación de tareas” como si las tareas se acumularan por arte de magia, como si de pronto y sin esperarlo nos llegara un pedido de 1.000.000 de personas para usar las piscinas (más o menos la media de los últimos años) y eso nos cogiera tan de sorpresa, que viéramos que hay que ampliar la plantilla, porque si no, igual se nos comen… queremos recordar lo que aconteció en este ayuntamiento, no hace tanto tiempo….

Hoy queremos hablar de aquello que ocurrió hace 5 años, que se despidió a 17 trabajadores y trabajadoras municipales interinas, oficiales polivalentes, con la complicidad de un sindicato llamado “de clase” y con el silencio cómplice de algún otro sindicato, de una triste corporación y de unos partidos cortos de miras y de inteligencia colectiva o individual, que nunca nos aclaramos con eso.

Tras la celebración de unas oposiciones, 17 personas no supieron plasmar en un papel, lo que ya venían desarrollando en su día a día en el tajo. Con esa oposición celebrada entró gente, pero aun así quedaban 23 vacantes sin cubrir…y se prefirió seguir manteniéndolas sin cubrir y despedir a las personas que aun no habiendo superado un examen que evaluaba su trabajo diario con un test de preguntas sacadas de un cajón mágico y secreto, pese a que sabíamos todo el mundo que eran necesarias para seguir manteniendo un servicio en condiciones dignas de prestación del servicio, a la ciudadanía, en las instalaciones deportivas.

Tras estos hechos acontecidos hace 5 años, el servicio ha seguido devaluándose…y en éstas estamos, que ni la nueva corporación sabe afrontar una remodelación de estructuras, ni saben ver que ese acumulo de tareas es el mismo desde el año 82, que esos puestos deberían cubrirse con personal fijo-discontinuo, como ocurría antes, que no hay acumulo de tareas, y sí mucha negligencia o falta de visión.

Como colofón queremos dejaros el testimonio de un compañero que en aquel entonces nos escribió una emotiva epístola, donde narraba los acontecimientos y exponía su rabia y su visión de lo ocurrido. Su título era el mismo con el que hoy, tras cinco años. encabezamos esta noticia

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Os recomendamos su lectura (no sufráis, es corta) porque todo aquello que se recuerda hace que sea más fácil evitar los errores cometidos.