Desde  CGT estamos muy asqueados con un tema que ya lleva mucho tiempo, demasiado, en vía muerta.

Estamos hablando de reparar un agravio que los tribunales ya han dictaminado, estamos hablando de que esta casa debería reconocer un derecho que atañe a varios cientos de personas en esta casa y que parece que nadie quiere asumir la realidad.

A lo largo de los dos últimos años, nuestro sindicato (y algún otro, las cosas como son) hemos estado intentando hacer ver que se estaba produciendo un daño con el personal que en su tiempo fueron fijos discontinuos. Todo han sido buenas palabras y ninguna acción.

Ante la desidia por hacer el trabajo de campo que esta corporación mostraba, para evaluar y conocer  lo que significaría a efectos laborales y económicos el reconocimiento de la antigüedad que los tribunales marcaban clarísimamente, la CGT decidió, esta primavera, asumir esa labor, y facilitar a la corporación  una tarea que ellos no querían hacer.

Cuando todo parecía estar encaminado, esta organización se ha vuelto a encontrar con la desidia como arma desmovilizadora, primero por saber quién debía resolver, luego con las excusas de mal pagador y por último el silencio más absoluto.

Y claro nuestra paciencia está llegando a un límite. Nos toman por gilipollas integrales. Se lo curramos, se la damos mascado, y como si nada. Siguen queriendo meter este tema en un limbo, un limbo que está produciendo daño económico y promocional a, repetimos, varios cientos de trabajadoras y trabajadores municipales.

CGT no se va a rendir, ni por aburrimiento  ni por desidia. Anunciamos que de no resolverse en breves días este tema, convocaremos movilizaciones. No vamos a permanecer callados. Les hemos hecho el trabajo, les hemos dado la argumentación y si no se resuelve les daremos la movilización y la acción sindical. Ese es nuestro cometido.