Una bomba ha estallado en el ayuntamiento, una bomba lanzada por manos conocidas, que trae como daños colaterales el que el empleo público en el ayuntamiento se puede tambalear.

La situación es más grave de lo que se podrían imaginar incluso los inductores  de tamaña “hazaña”.

Vamos a intentar  hacer una síntesis de cómo está la situación en estos momentos con respecto a las ofertas de empleo:

Ayer tuvimos conocimiento de que una gente agrupada bajo las siglas de un supuesto sindicato, había conseguido una sentencia del TSJA donde se les reconocía un recurso de apelación a una anterior sentencia del contencioso administrativo en la que no se atendían sus peticiones.

Para no liar el tema en tecnicismos jurídicos, la situación actual es la siguiente:
►La oferta de empleo del 2009, ya fue anulada, perdiéndose todas esas plazas
►La oferta del 2006 podría  estar en el aire, puesto que la sentencia anteriormente citada, pese a ser exclusiva sobre la convocatoria de las plazas de técnico de administración general, entra en el fondo de la cuestión y pone en solfa la legalidad de que se pueda seguir con el proceso de una oferta que a su entender también está caducada.
►Las ofertas del 2015 y 2016 también están recurridas con la argumentación de que salían más plazas que las reguladas por el pp y su 50% de tasa de reposición. (Recurridas evidentemente por el club que hay en esta casa de  antiempleo público).

Como veis alguien tiene mucho interés en que no se celebren oposiciones en el ayuntamiento. Esta agrupación electoral tiene los bemoles de sacar un comunicado vanagloriándose de sus éxitos judiciales que se cargan el empleo público y ese comunicado viene a decir que :
Ellos comentaron amablemente a la corporación para que no sacaran las oposiciones atrasadas, y les advirtieron que como se atrevieran a ejecutarlas se las verían en los juzgados.

A continuación tienen el valor de decir que como el ayuntamiento y los sindicatos del ayuntamiento (y decimos bien, los sindicatos) no negociamos su apetencia de anular todo, se vieron en la necesidad de recurrir. Recordamos que esta agrupación tiene nula representación en laborales y solo el 11% de representación en funcionarios., pero ellos se creen que son otra cosa, algo así como hijos de un dios menor.

Sigue con su plática populista  y lanza el rollo de que el ayuntamiento y sus “ayudantes” (en una clara alusión a los representantes de más del 98% de la plantilla del ayuntamiento y organismos autónomos) no sabemos que los poseedores de la verdad absoluta son ellos (los del club antiempleo público)

Tienen la poca vergüenza de decir que “lamentan” tener que ir a los juzgados para que anulen oposiciones, pero sin mencionar los daños colaterales que van a producir, pero que la culpa es de los otros, del 98%  de representados en otros sindicatos y de una corporación y unos técnicos vendidos a querer el desatasco producido por anteriores corporaciones. Ni una sola línea en mencionar quienes fueron los que paralizaron las oposiciones, ni una sola línea contra los que prefieren lo privado a lo público.

Siguen con su retórica salvapatrias y adviertiendo que su siguiente paso será cargarse todas las oposiciones que faltan.

Son tan guapos que dicen que hay que acabar con los tiempos del “ordeno y mando” pero se lo dicen a quien ha querido desatascar el atraso en las oposiciones.

Vaya tela y para acabar con el escrito, aparte de pedir dimisiones a diestro y siniestro, dicen que ya es hora de negociar cosas importantes, como por ejemplo la miseria de oposiciones que el gobierno de Rajoy nos permite y la consolidación de los interinos. Desfachatez absoluta. Piden negociar oposiciones que ellos y ellas recurren y negociar condiciones para los interinos con buenos concursos oposición que ellos logran anular. El mundo al revés.

Acaban diciendo “los trabajadores municipales no queremos más parches”….

No personajes del staz, no, las y los trabajadores municipales no queremos bajezas, eso es lo que no queremos. Que os quede claro. Y oposiciones y empleo público, que os quede todavía más claro.