Ayer los compañeros y compañeras de Deportes protagonizaron una bicicletada con el objeto de que se visibilice su lucha por la contratación de más personal en las Instalaciones Deportivas. Recordemos que desde el año 2019, la situación del personal ha alcanzado la peor situación de la historia del Servicio. Una situación de la que el equipo de gobierno es el único responsable, pues su inacción ha provocado que en dos años y medio se hayan perdido casi una veintena de trabajadores y trabajadoras. Una situación de falta estructural de personal que han afrontado como si de un problema puntual se tratase contratando con la fórmula del “acúmulo de tareas”.

Ahora, el problema es saber si Angel Lorén como coordinador del área donde se encuentra encuadrado el Servicio de Deportes y Cristina García, concejala de Deportes son capaces o no de acabar la legislatura con la dignidad suficiente. El mantra de “la culpa es del pasado”, no sirve. O al menos, no es del pasado lejano. Haber reventado un Servicio en dos años y medio es un mérito propio. Nadie como ellos han tenido la oportunidad de mejorarlo. Tenían un servicio en el que no quedaban vacantes en 2019. Tenían un diagnóstico elaborado por la jefatura de Servicio con el número de personas necesarias para garantizar las aperturas. Lo tuvieron todo, menos la voluntad. Lo que no se trabajó en dos años y medio, tendrán que trabajarlo ahora. Ya lo dice el refrán, “Quien no atiendió a la gotera, atenderá a la casa entera”…