El día de hoy no podía amanecer de forma mas triste. Nuestro compañero, Fernando Roy, nuestro amigo y alma mater de esta sección, ha dejado de estar físicamente entre nosotras y nosotros.

Fernando, con su bondad y su saber estar, fue el artífice de lo que hoy en día somos la CGT en el Ayuntamiento de Zaragoza. Si estamos aquí es por él, él fue, allá por los principios de los años 80, quien nos metió en esta estupenda actividad de luchar por los demás, de hacer de nuestras vidas un camino de entrega y solidaridad. Siempre fue un ejemplo y siempre lo seguirá siendo.

Una enfermedad, que en él comenzó demasiado pronto, demasiado joven, hace ya unos años que lo apartó de su trabajo. Sin embargo y pese a su deterioro físico, seguía siendo un fiel compañero que siempre estaba dispuesto a darnos su punto de vista, siempre centrado y certero, y siempre, junto a su inseparable compañera, nos honraba con su presencia en cuantos actos se le solicitaba su presencia.

Ha resistido a su enfermedad tres décadas, ha resistido hasta que su cuerpo ha dicho basta. Pero no nos abandona, porque las personas buenas, siempre estarán en nuestros corazones. Salud, Fernando. Tu amada bandera rojinegra, tiene hoy un enorme crespón. Nuestros corazones lloran tu ausencia, pero no tu pérdida, porque no te perdemos, porque sigues con nosotras en nuestras ilusiones comunes.

Y allá donde vayas, explícales que nuestros sueños, que eran los tuyos, permanecerán hasta el fin de los tiempos, en los corazones de las personas libres.