Dentro de muy pocas fechas, la corporación va a aprobar una instrucción sobre la creación de una bolsa de horas de libre disposición, relacionada con la covid, a la que CGT se opone frontalmente, y no porque nos neguemos por principios, sino porque no responde ni por asomo a las expectativas que el personal esperaba de dicha bolsa.

¿Por qué nos oponemos?

Pues intentaremos ser lo más didácticos que podamos. Si el objetivo finalista de dicha bolsa de horas, es dar una repuesta rápida y ágil cuando nos surja un problema relacionado con la atención de menores a nuestro cargo porque, por ejemplo, nos confinan a nuestros descendientes menores de 12 años y que por lo tanto el deber de custodia de dichos menores cae sobre nuestras espaldas y nos impide acudir a nuestro centro de trabajo, (el mismo caso para personas mayores dependientes a nuestro cargo), no es de recibo que primero se pida que ya hayamos gastado todos los días de vacaciones y asuntos  propios o particulares, haciendo una injerencia en nuestra planificación de los descansos y por lo tanto interfiriendo gravemente en nuestra conciliación de la vida familiar, y solo en el caso de que reunamos este requisito podamos pedir hasta un máximo de diez jornadas o 20 medias jornadas a devolver en las mismas condiciones en un plazo máximo de seis meses, pero no cuando nosotras y nosotros podamos, sino cuando nuestros superiores lo decidan, en realidad lo que se esta produciendo es un vulgar préstamo de horas con unos intereses altos (siendo estos, los intereses cobrados, equiparados a esa devolución con la premisa de que serán cuando las jefaturas quieran o les convenga)

Este hecho, tan evidente que dimana de esta bolsa que se va a aprobar en breve, vicia tanto esa instrucción que da motivos suficientes a esta representación sindical para considerarla baldía y sin ninguna utilidad para el cumplimiento, no lo olvidemos, que emanan, de las propias leyes y códigos que nos rigen en este país, como es el deber de cuidar de nuestros menores.

Lo lógico hubiera sido que cuando la autoridad sanitaria nos obliga a tenernos que quedar en casa para atender a nuestros hijos, porque les prohíben asistir a los colegios durante un determinado tiempo, el ayuntamiento asumiera, como hace en otros casos regulados en el pacto/convenio, esa inasistencia en el trabajo. Somos conscientes, que esto aun siendo lo ideal, y otras comunidades así lo han asumido, podría acarrear muchos problemas organizativos y en aras del buen servicio a la ciudadanía, asumiríamos que este hecho se desarrollara de otra forma, pero, evidentemente sin esas cortapisas que la instrucción va a imponer. Es decir, CGT podría aceptar que la bolsa de horas sirviera para dar una solución rápida siempre y cuando, ni se pidiera tener todos los días gastados de vacaciones y permisos, y que la devolución de esas horas fuera competencia exclusiva del personal municipal que las usa, decidiendo ella o él como y en que fracciones o momentos devolverlas.

Como decimos en el titular esto parece mas bien que se trata de la bolsa o la vida, de tú vete a casa con tu vástago, que las horas ya me las devolverás cuando yo quiera y como quiera, que para eso mando, y sobre tu vida decido yo.

No se pueden crear instrucciones salvadoras si lo que persiguen en el fondo es marcarte los tiempos para que me devuelvas el favor