Un nuevo esperpento hemos sufrido estos días en tres sesiones, corridas, aceleradas y mal diseñadas, donde se nos ha querido implicar a los sindicatos en el disfraz de una negociación de la plantilla para el 2018. Con la excusa de querer llevarla a una plenaria próxima, el pasado  jueves, en medio del puente, se nos pasó una amplia documentación con un montón de plazas nuevas, amortizaciones y transformaciones y a fecha de hoy ya la dan por cerrada, tras tres días de falsa negociación.

CGT ha hecho un enorme esfuerzo por intentar analizarla, e incorporar alguna cuestión, pero eran tantos los cambios y las incongruencias, que nos sentimos totalmente ninguneados y ninguneadas.

Aquí, cada área, ha jugado a meter cambios por su cuenta, cambios que en algunos casos eran incomprensibles y en otros incluso absurdos, y muy pocos coherentes. Y tan felices, ya tienen (en espera de su aprobación en la comisión de turno) su juguetico arreglado.

Pero en esta línea esperpéntica, la traca final ha sido eso, la traca. Sin venir en la documentación facilitada, se nos ha incluido, con alevosía, al personal de una sociedad privada, con capital público, zgz@expo con una figura novedosa y que no existe por ningún lado “personal laboral no empleado público” (que alguien nos explique qué significa esto) y zas con esa fórmula mágica, seis nuevos puestos para el capítulo uno.

Este movimiento, tan extraño, supone que hay gente con suerte y gente sin ella, gente que entra por puertas nuevas y gente que se le cierran puertas a portazos en las narices. Trato diferente para zgz@expo y para 010. Para unos el gordo y para otros ni la pedrea. Tal vez este movimiento tenga algo que ver con que el psoe apoye los presupuestos del 2018? Ahí lo dejamos.

Así no, ni de coña. Señor Cubero, ¿a qué jugamos? ¿De verdad que ese es el espíritu para negociar una cosa tan importante como la plantilla de este ayuntamiento?