La Almozara, el «CDM Patera»

Ayer un compañero nos compartía la imagen que aparece como encabezamiento. Vemos los comentarios en la red. «La Almozara por fin tiene un paso más cerca sus esperadas piscinas«. Y no es así. Si bien puede ser que La Almozara, que es sólo un determinado lugar geográfico tenga cerca sus piscinas, Los vecinos que viven en La Almozara, que son las personas que viven en ese lugar geográfico, nunca las tuvieron tan lejos.
Porque la Almozara ya tiene sus panaderías, sus bares, sus carnicerías, sus oficinas bancarias, sus edificios… pero también su parque, sus calles y sus semáforos. El lugar, La Almozara, tiene de todo. Pero los vecinos, quienes viven ahí, sólo tienen su parque, sus calles, sus semáforos y el piso que puedan habitar o el que puedan alquilar durante el período de alquiler. Las calles, parques y semáforos, son además de mucha más gente. Son bienes públicos. Pueden entrar a comprar en la panadería, en la carnicería o en la oficina bancaria, que vende dinero (no lo presta), o en el bar a alternar si le ha sobrado algo después de comprar. Pero estas últimas cosas que son de La Almozara, no son del ciudadano. Tienen su dueño.
Esto es el neoliberalismo. Parece que tienes lo que realmente tiene otro. La gente, en la sociedad neoliberal «tiene» muchas cosas. Pero la realidad es bien diferente. Un rico tiene un yate y te lo alquila. Te montas en él durante 15 días y durante ese tiempo, parece que incluso tú tienes un yate, cuando sólo tienes un acuerdo alcanzado para estar encima de él, redactado por su dueño y con las condiciones que él ha establecido. La realidad, es que el rico, ahora tiene el yate y tu dinero. Tú, sólo tienes la ilusión. Eso es lo que pasa con las piscinas de La Almozara. Los ciudadanos se quedan sin las piscinas de La Almozara, y ahora, también sin su dinero. Los vecinos de La Almozara, seguirán teniendo durante un tiempo al menos, sus piscinas en Torrero, La Granja, Peñaflor, San Juan, Garrapinillos u otras. Estas sí que son públicas. Estas sí que son suyas.
La ilusión hace que en una sociedad neoliberal, la gente pueda considerarse mejor o diferente según lo que que le parezca que puede pagar. Un ejemplo de lo que percibimos y la realidad: las pistas de pádel públicas, fueron alquiladas en su totalidad a una empresa mediante un acuerdo durante 20 años. Esta empresa las realquila y se compromete a mantenerlas hasta que las tenga de devolver a la ciudadanía, su legítima dueña. Vamos a establecer un símil con el alquiler de una vivienda. A ver si así lo vemos claro.
Cuando una persona alquila una vivienda, pasa a ser SU vivienda. Generalmente, está prohibido realquilar la vivienda a un tercero. Es el dueño quien puede alquilar su vivenda a otra persona, o alquilar las habitaciones por separado. Mucha gente se queja de esto, ya que algunas personas alquilan pisos y después realquilan las habitaciones a otras. Cuando son estudiantes o gente joven, es un piso de estudiantes«, cuando son inmigrantes, es un «piso patera«. Pero es lo mismo. Quien no puede pagarlo entero, lo comparte.
No deja de ser curioso que esto pueda ser motivo de conversación cuando alguien se dirija a echar una partida a lo que ahora es un «padel patera«, que es lo que el neoliberalismo ha conseguido hacer con el pádel municipal. Porque en vez de alquilar una pista el ayuntamiento, alquila todas a una empresa que las realquila otra persona. El portero es el mismo. Es decir, hay personal municipal en la puerta, pero tú eres el realquilado.
Así pues, estamos ante el «CDM patera» de la Almozara. Quienes consideren ofensivo el término «CDM patera«, siempre podrá llamarlo «CDM de estudiantes» de la Almozara». Claramente, ante lo que nos encontramos es ante la apertura de un nuevo negocio que abre sus puertas en la Almozara. Otro más. como las carnicerías, panaderías… o la oficina bancaria, que aunque «vende dinero», el neoliberalismo dice que lo presta. Por que quien presta es el amigo, quien vende es el tendero y quien engaña, el neoliberal.