Para conseguir uno de esos puestos en el ayuntamiento y por extensión, en la administración pública, hay que pasar por las oposiciones, un suplicio de por sí que se hace más cuesta arriba si, además, has perdido el hábito de estudio.

1. Asume que opositar es un trabajo
Opositar no es como ir al instituto o a la universidad. Cuando preparamos estos exámenes, tenemos vidas más complejas. La clave es encontrar un hueco. Debemos ser constantes.

2. Aprende a estudiar en la era de internet: evita distracciones que antes no existían
La mayoría de las personas que afrontan unas oposiciones no tenían un smartphone en su anterior etapa académica. Ahora sí lo tienen y se ponen a estudiar con él al lado. Aunque lo tengas en silencio, el solo hecho de que lo mires cada cinco minutos fastidia tu concentración. Evitar distracciones es muy importante.

3. Usa los recursos que te ofrece internet
Quizá haya más distracciones que antes, pero también hay más recursos al alcance de cualquiera. Y, sobre todo, más baratos. Estamos, por principios, en contra de ciertas academias. Internet  te puede ayudar de una manera incalculable.

4. Apóyate en alguien
Hace tiempo de que dejaste de estudiar, pero en tu entorno, hijos, familiares, amigos puede haber gente que tiene reciente la dinámica de estudiar. Apóyate en él o ella.

5. Empieza por lo fácil
La mayoría de los exámenes tienen una parte que odia todo el mundo: la Constitución. Aunque sea el primer tema, te recomendamos que no empieces por ahí. No resulta aconsejable empezar por la parte más densa del temario. Es como si alguien que no se ha leído un libro en su vida empezase por el Quijote.

6. Renuncia a los atracones
Recuperar el hábito de estudio es cuestión de tres semanas. Si conseguimos repetir una misma rutina durante 21 días, lo convertimos en un hábito. Si lo mantenemos durante 66 días, llegamos a un punto en el que aunque no apetezca lo hacemos sin problemas. A lo largo de ese periodo, lo mejor es que las horas de estudio vayan aumentando de forma progresiva. Echar ocho horas nada más empezar para gripar el motor a los pocos días no sirve de nada

7. Prepárate también psicológicamente
El mayor obstáculo para las personas que llevan varios años sin estudiar es el desánimo. No se ven capaces. Los jóvenes dicen que los más mayores tienen demasiada experiencia y los mayores que cómo van a competir ellos con los que vienen por detrás. Pero recuerda, estudiar es como montar en bicicleta, nunca se olvida.

8. Ponte metas
Lo más importante es ponerse una meta muy clara. Lo primero en lo que debemos trabajar es en eliminar el lenguaje negativo. No digas nunca un no puedo. Visualiza la meta. Es mucho más fácil llegar de lo que parece. Compartir tus metas con tus amigos y amigas o familiares siempre es buena idea. Así te comprometes más a cumplirlas.

9. Afronta el desánimo si suspendes o no te da la nota
Suspender entra dentro de las posibilidades. Y no solo eso: también es muy probable que apruebes y que tu nota no sirva más que para estar en una lista de empleo. Si no apruebas a la primera, lo más importante es creerte capaz. Otras vendrán.

10. Ni caso al entorno: ignora las comparaciones
No hay que compararse con nadie, ni preocuparse por cuántas horas más que yo están estudiando los demás, ni mirar los grupos de Facebook, ni hacer caso a los agoreros. No hay que dejarse intoxicar por otros opositores y tampoco por los gurús de los exámenes, que anticipan temarios, o te recomiendan academias que salen a mansalva, como conejos.

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