Hace ya unos meses que se paralizó hasta nueva orden la actividad de la máquina de reprografía que hay en el sótano del seminario. El funcionamiento de la máquina provocó diversas molestias como irritación de garganta y ojos a algunas personas. Visitado el lugar por las delegadas de Prevención de CGT, fue puesta en conocimiento del Servicio de Prevención esta situación a todas luces irregular. La máquina se instaló sin consultar al Servicio de Prevención y salud laboral y sin hacer una evaluación de riesgos a los que podría estar sometido el personal que realiza sus funciones en las proximidades. Una situación que si bien parece “normal” para una fábrica de calzoncillos de Indonesia, no lo es para un espacio de trabajo municipal, mientras siga existiendo una ley de Prevención de Riesgos Laborales que cumplir en este país. El hecho de no cumplir la ley, es precisamente lo que ha provocado que la máquina esté parada.

Y estará parada aún más tiempo. De momento, a la espera de documentación de la empresa fabricante y de que se ubique en un lugar adecuado, sin personas trabajando a su alrededor y en lugares ventilados, tanto por el recalentamiento de la propia máquina como por la seguridad del personal. Mientras tanto, el taxi espera en la puerta y sigue subiendo la tarifa, ya que presumiblemente, la máquina no es un bien propio municipal, sino un contrato ya sea de alquiler o de servicio… ¡dispara pueblo que la pólvora la paga el rey…!