Ayer, en  la comisión de Acción Social y Familia se vivió un momento tenso a causa de una fuerte polémica por unas palabras de la concejal de Vox, Carmen Rouco, que dijo que su despacho “está abierto a gais, lesbianas, normales, no normales..”

Está frasecita tan “curiosa” venia intentando justificar el interés del partido ultraderechista en supervisar quien está detrás de una prestación de servicios de un gabinete de sexología que da servicio de asesoría a personas mayores y que se presta en el centro de convivencia Francisco de Goya.

Este interés por los temas sexuales de este partido, que se está manifestando a lo largo y ancho del país, parece algo enfermizo, pero desgraciadamente lleva una carga ideológica, que no es fruto de una enfermedad, sino que manifiesta su forma de pensar, dentro del más profundo fascismo nacionalcatolicista, y que desgraciadamente vivió este país con el generalito durante décadas y décadas de oscurantismo y dictadura.

Repiten su manual, el manual del odio y la xenofobia en todas sus manifestaciones. Esta es una más de las que nos vamos a comer en los próximos años, ya lo comprobaremos.

Desde CGT, anunciamos a esta concejala y a su socio de partido, en el ayuntamiento, que si nos quieren catalogar, ya les anunciamos que nosotras y nosotros somos de la banda de “los no normales” y a mucha honra. Y Aunque nos comuniquen que tienen su puerta abierta a nuestras visitas, que se queden tranquilos, que no la cruzaremos, no osaremos en pedir audiencia a sus señorías. Que somos más felices entre  “los más pequeños, los marginados, las mujeres, los que nadie toma en cuenta y sin embargo, con sus venas abiertas, son los más numerosos y terminarán por ganarle la partida a todos los dictadores, los gobernantes ratas y las demás alimañas de nuestro continente”, como decía Eduardo Galeano.