Creo que el cuadro que hoy ilustra esta noticia es bastante explícito. Se trata de una conquista. De un sitio. De como alguien arrebata algo por la fuerza a otras personas tras sitiarlas y aislarlas del mundo exterior hasta que caigan extenuadas. Hay sitios que se han saldado con la no capitulación de la gente, como hicieron las personas que vivían en Numancia y sucumbieron al sitio de Roma, pero generalmente, estas situaciones buscan aflojar al adversario mediante hambre o enfermedades y esperar a que dentro del lugar sitiado, se quiebre la unidad. Para ello, se van haciendo ofertas hasta que quienes son sitiados se rindan. Sitiar una ciudad tiene un coste económico para el sitiador, y el mercado, es el mercado. Las personas sitiadas pueden vencer.

Esta es y no otra, la valoración que hacemos del acuerdo alcanzado por UNIDAS PODEMOS, PNV y ERC. La rebaja de la fijeza alcanzable con cinco años en vez de con diez, no quita que la ley lo establezca en tres y siga siendo un abuso. Del mismo modo que un abuso es tan abuso por delante como por detrás, esto es un abuso, tanto con cinco como con diez.

Podemos valorar de forma positiva el esfuerzo para rebajar el número de años, pero hemos de decir que no se ha llegado al objetivo de cumplir la legislación europea. Tan sólo se consigue una capitulación más beneficiosa para el sitiador. El derecho de quienes sufren el sitio sigue vulnerado. El estado es incapaz de cumplir su propia legislación.

Seguro que una parte de quienes ven que salvan el pellejo olvidarán a aquellos que, gracias a que engrosaron el número de personas afectadas, consiguieron presentar más fuerza en la negociación y facilitar su acuerdo. Nunca hubiese sido posible plantar cara sin el concurso de quienes llevan de tres años hasta cinco. Puesto que lo que amedrenta a un sitiador es la convicción firme de la resistencia y una unidad difícil de romper, es el momento de presionar, no para rebajar el número de despidos, sino para hacer prevalecer la justicia (que no la ley, que como vemos pretende cercenar derechos laborales).

No debemos olvidar que la situación actual es el resultado de la gestión del PP y el PSOE. Es su responsabilidad. Abusaron del personal más vulnerable. Situar el abuso en cinco años y no en tres como se ha establecido en la legislación comunitaria, es como decir que el personal interino con tres años en situación de abuso llevaba la falda muy corta. Un discurso que espera la complicidad de parte de quienes llevan cinco o más y exculpar al abusador.

La libertad, la igualdad y la práctica de la solidaridad, son la única medida eficaz que podemos oponer a los instintos antisociales de algunos hombres” Pedro Kropotkin.