¡Vive!. Eso exclamó el doctor Frankenstein cuando dio vida a una criatura fabricada con restos de personas muertas. Del mismo modo, intentando volver a la vida a ideas que ya estaban muertas, el PP ha realizado una “transacción” a la moción presentada por el partido que tiene nombre de diccionario (quizá por ello la obsesión), que exige el uso del lenguaje adaptado a la norma de la RAE. La transacción del PP, como el monstruo de Frankenstein, estaba hecha de trozos de personas muertas aunque caminase. La aprobación de la moción tal y como estaba redactada, habría desembocado en el abandono de la Comisión de Igualdad por parte de CGT, ya que además del nombre, los grupos de trabajo deben de contar con el compromiso de trabajar en pro del mismo por parte de todas las personas asistentes. La aprobación de la transacción, habría tenido posiblemente el mismo resultado. La valoración que CGT hace de la citada transacción, es la misma que haríamos ante la justificación que algunas personas pudieran hacer sobre el comportamiento de sus descendientes cuando otras lo consideran inadecuado. Las consecuencias las sufrirá, como siempre la propia familia.

Tenemos claro lo que dice la RAE sobre el uso del genérico masculino en su página de dudas. Transcribiendo lo que ya dijimos en un artículo anterior (Responsable el dueño): “Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.” Al mismo tiempo, define el diccionario de la RAE la palabra alumnado: Conjunto de alumnos, bien de un centro docente o bien los de toda una comunidad..” Exactamente igual que ocurre con abogados-abogacía, profesores-profesorado, jueces-judicatura, empleados-plantilla, ciudadanos-ciudadanía y porqué no, hombres-personas. La RAE, que regula el idioma, se queda tan corta en los términos de igualdad, que si bien nos habla de no poner alumnos-alumnas, ya que alumnos es plural genérico, no recomienda el uso de alumnado, genérico que ya existe. Y el problema, es que también la RAE se pone en modo defensivo. Visibilizar a las mujeres, requiere al principio un poquico de reflexión por nuestra parte, debido a que el adiestramiento (que no educación) sobre el lenguaje recibido en los colegios , condiciona. Luego al fin y al cabo, no existe “un uso excesivo del desdoblamiento” como se asegura.

La RAE se encarga de la vigilancia del uso del lenguaje. Limpia fija y da esplendor. CGT, como sindicato de ideal libertario, tiene el objetivo de la consecución de un mundo igualitario. Quizá la RAE no coincida con los objetivos de CGT. También es evidente que además, no coincide en el uso del lenguaje inclusivo que CGT defiende. Y es evidente que no son muchas las personas que compartan, como CGT, la enseñanza pública, las pensiones públicas, la sanidad pública y otros servicios que atienden por igual a cualquier ciudadano sea cual sea la procedencia, color, sexo, religión o ausencia de la misma.

Si a pesar de las privatizaciones de los servicios públicos, la presencia de un sólo ideal religioso en las manifestaciones públicas del estado y de su jefatura, el reparto de beneficios de la gestión de pensiones privadas incluso por parte de los agentes sociales, y un largo etcétera, CGT sigue firme en el trazado de su camino, está claro que no vamos a torcer la búsqueda de la igualdad a todos los niveles aún a pesar que la RAE recomiende de forma preferente el uso del genérico masculino existiendo alternativas de otro genérico neutro. No aceptaremos jamás que quien dice defender la igualdad pero se niega a admitir según que tipos de matrimonio, influenciados por las creencias religiosas que se mezclan con el hecho administrativo del mismo, nos de clases de cuales son las cosas que a él le parecen correctas en la consecución de la igualdad o no.