Hoy ocho de marzo del 2021, volvemos a estar inmersas en un día de recuerdos y de luchas. Un día para, en voz alta y levantadas de pie, las mujeres del mundo recordamos a nuestras hermanas, muertas por vivir su vida, asesinadas por patronos, por maridos, por una sociedad patriarcal que nos ha humillado a lo largo de la historia, tratándonos muchas veces como un recurso reproductivo y con unos trabajos, la mayoría de las veces, esclavizantes.

Las mujeres afiliadas a CGT, a un sindicato anarcosindicalista, debemos defender el anarquismo feminista o anarcofeminismo que enlaza el feminismo con el anarquismo. El anarcofeminismo busca la autonomía de cada mujer, es decir, su emancipación y realización como individuo y como género femenino con sus particularidades. Esta teoría surgió a mediados de la década de 1970 – si bien afirma tener antecedentes en el desaparecido «anarquismo histórico» y su movimiento femenino – como una escisión del feminismo radical de los 1960s, por lo que adopta de este último la teoría de la existencia un patriarcado que gobernaría la sociedad y le agrega una óptica anarquista al identificarlo como una manifestación del poder que va de la mano del Estado, puesto que ambos se fundamentarían en la ausencia de libertad y en las relaciones sociales involuntarias.

El anarquismo al ser una filosofía política que se opone a todas las relaciones de poder forzadas o coactivas, sería intrínsecamente feminista y a la vez el anarquismo debe ser un componente necesario del feminismo.

Nombrar y visibilizar las desigualdades que sufrimos es imprescindible para tomar consciencia hacia esa transformación por un mundo libre e igual.

La educación feminista y la autoorganización de las mujeres son nuestras principales herramientas.

Somos anarcofeministas, queremos un mundo nuevo, pero no esta nueva normalidad.

Por ello, llamamos a la revolución, para juntas, destruir la sociedad machista y heteropatriarcal que nos asfixia y que busca la desintegración de nuestra fuerza feminista.

Por un mundo en el que la igualdad no sea una utopía, sino esa realidad que las mujeres libres luchamos por construir.

Compañeras del ayuntamiento de Zaragoza, en voz alta, y con una organización sindical, que realmente entienda, valore y apoye nuestra lucha.

·En voz alta sin miedo, movilicémonos. Nuestro futuro será feminista o no será.

“Brindemos por las locas,

por las inadaptadas

por las rebeldes,

por las alborotadoras,

por las que no encajan,

por las que ven las cosas de una manera diferente.

No les gustan las reglas y no respetan el status-quo.

Las puedes citar,

no estar de acuerdo con ellas,

glorificarlas o vilipendiarlas.

Pero lo que no puedes hacer es ignorarlas.

Porque cambian las cosas.

Empujan adelante la raza humana.

Mientras algunos las vean como locas,

nosotras vemos el genio.

Porque las mujeres que se creen tan locas

como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo hacen.

“Jack Kerouac”