Sorprendente. No podemos calificarlo de otro modo. A 8ºC han estado, o están en algún momento del día, algunas oficinas municipales. Al parecer, se apaga la calefacción para ahorrar. Al discurso “la cosa está mu mala” y “estamos en guerra“, ahora se une el ahorro de calefacción. (siempre que las personas no se enchufen una estufa para solventar el problema).

Parece ser que no hay un fallo sistémico del ayuntamiento entero, sino que se trata de directrices que parten de algún lado, según nos cuentan. La gestión de personal de este ayuntamiento nos hace pensar que se inspira más en la forma de actuar de esos empresarios que se quejan de la legislación laboral de este país, que en las de los países europeos.

Quizá a nuestro alcalde estas cosas no le afecten, puesto que está de aquí para allá inaugurando cosas, cortando cintas y tal. Ya sabemos la afición que tiene a este tipo de actos. Quizá sea por eso que no sepa que en las dependencias municipales hace frío, porque damos por hecho que si hace frío en unas, lo hará en todas. O quizá se deba a un fallo multiorgánico del mantenimiento en el Ayuntamiento. No olvidemos que los recortes de este ayuntamiento sólo en el capítulo de personal se elevan a 17.000.000 de euros. Al fin y al cabo, si la gestión del personal que presta servicio al ciudadano es similar a lo que queda tras la digestión de una comida, nada indica que el resto de sus gestiones sea mejor. Acostumbrados estamos a que falsos patriotas se envuelvan en banderas para ocultar sus miserias… y ya se prepara para envolverse con ella…