Uno de los problemas que tenemos los y las delegadas de prevención en el Ayuntamiento es la falta de información. La información que no nos proporciona la parte empresarial, se va subsanando a golpe de denuncia en inspección de trabajo si es necesario, pero no tenemos mecanismo para la que tienen que aportar los trabajadores y trabajadoras. Con las brutales olas de calor a las que nos vemos sometidos estos días, el Ayuntamiento adopta medidas políticas como la de bajar el precio de la entrada de las piscinas. Parece una medida social, pero no hay que engañarse, las viviendas de muchas personas son hoy inhabitables por el calor. Realmente, la bajada de precios es una medida de emergencia. Una emergencia producida porque las constructoras racanean mucho en calidades y las personas acceden a hornos o neveras, según sea la estación que tomemos en consideración. El acceso de muchas más personas a las piscinas con estas temperaturas, combinado con el consumo de alcohol, puede aumentar la conflictividad a la hora de tener que adoptar comportamientos solidarios o respetuosos con los demás. El clima de egoísmo que alimenta el voto ultraderechista es el mismo clima que eleva la conflictividad con las personas. Personas que no se atreven a toser a sus jefes en las empresas, pretenden abusar de los derechos de otras para “marcar el territorio”. Con estos ingredientes, intentar reconducir situaciones de usos poco considerados con las demás personas, elevan la conflictividad, y el mayor consumo de bebidas con alcohol debido al calor, desinhibe las conductas de abuso. El personal de Instalaciones deportivas, ya sea contratado de forma directa o con subcontrata, se ve sometido a situaciones que sólo trascienden si salen en el periódico.

Los incidentes con personas agresivas y amenazantes, que insultan o buscan pelea, pese a que no den lugar ni a desalojo por parte de la policía ni causen ningún tipo de lesión, sí que en cambio protagonizan incidentes. Si documentamos todos estos incidentes, podremos dimensionar adecuadamente el problema y con esta información, ver la forma adecuada de buscar una solución.

Así pues, este verano, en las Piscinas, deberíamos hacer memoria y documentar cada uno de los incidentes sufridos. Es conveniente primero, notificar lo ocurrido a la jefatura, y después exigir que rellene el parte de accidente-incidente, que es la hoja con los “dibujicos” del muñeco y que los remita al servicio de Prevención. De este modo, se podrá dimensionar convenientemente la situación de riesgo y los delegados y delegadas de prevención trabajaremos para poner el remedio oportuno.

Recordar que tanto los ataques de ansiedad como las lesiones, son accidentes de trabajo, y que es deber de la MAZ atenderlos, aunque sabemos que tras la atención de los episodios de ansiedad o angustia, las MAZ los desvía a la Seguridad Social, pero esto es otra historia protagonizada por los “beneficios” de la sanidad privada…

Y sobre todo… recordad que estamos aquí para cualquier circunstancia. Que el calor os sea llevadero.