Mejor prevenir, que lamentar

Hace unos días, una compañera murió a consecuencia de un accidente laboral realizando un trabajo en altura. Hace casi dos años, otro compañero murió a consecuencia del sepultamiento producido por un desprendimiento mientras se encontraba en el interior de una zanja donde operaba la empresa Mariano López Navarro. Todavía no sabemos nada al respecto de aquél fatal accidente.
En fechas recientes, hemos comunicado a Alfonso Mendoza, como presidente del Comité de Seguridad y Salud Laboral, que tuvimos noticia de que se habían realizado trabajos en zanjas sin entibar en las que operaban Mariano López Navarro y Carmelo Lobera S.A. De ambas teníamos imágenes, además de haber constatado en el caso de Carmelo Lobera que la obra seguía sin terminarse. Nosotras entendemos que no se debe de contratar obra pública ninguna con quien tiene estos métodos de trabajo, y así lo hemos manifestado. No somos nosotras quienes podemos pedir responsabilidades en la ejecución de los pliegos de prescripciones técnicas o administrativas. Lo hicimos con el ánimo de ver si Alfonso Mendoza es capaz de poner remedio a estas situaciones y si a él se le hace más caso que a esta Sección Sindical, que no tiene otro remedio que acudir a Inspección de trabajo y de usar los dilatados tiempos de resolución.
La responsabilidad de Alfonso Mendoza en estas obras, le viene dada por ostentar la presidencia del Comité de Seguridad y Salud. Sólo le llega si quien está más abajo no hace su faena adecuadamente. Los dos casos que relatamos, dan constancia sin embargo, de que la responsabilidad y la función «in vigilando» de quien coordina la contrata por parte del Ayuntamiento de Zaragoza, podría haber sido inadecuada. En ese caso, comunicada la situación a Alfonso Mendoza, sí que esperamos que el conocimiento de estos hechos conduzca a la corrección de aquellos fallos que hayan desembocado en que alguien haya podido realizar un trabajo en circunstancias peligrosas. Además, esperamos que se depuren las responsabilidades que correspondan, pero en este aspecto no vamos a albergar más esperanzas de las que la experiencia nos dice que se depuran.
Ayer, en la Z-30, vimos una zanja con una escalera de acceso, sin entibar y con claros indicios de que se había intervenido en su interior. En las vallas, ponía lo mismo que vimos escrito en la obra de la Calle de las Escuelas, donde nos llegó la foto de una zanja con una persona dentro y sin entibado aparente: Carmelo Lobera S.A.. El principio de precaución nos llevó a contactar con el Inspector de Trabajo de guardia, que no pudo acudir y nos indicó que se pusiera la denuncia por escrito. Así lo hicimos. A ver que sale de la investigación. Cualquier cosa será mejor que un lamento tardío.