Una vez más volvemos a encontrarnos con una injerencia de la iglesia cristiana en los trabajos que desarrolla personal de este ayuntamiento.

Con el beneplácito y la firma del superintendente y utilizando documentos oficiales, descubrimos que la policía tiene nuevas competencias, que consisten en transportar un farol, el llamado “farol de la hispanidad” dentro de sus horarios laborales y contando como tiempo trabajado. Para más inri se les exige que deberán asistir vistiendo su ropa de trabajo de gala y se les recuerda que si a algún miembro del grupo le hubiera sido concedido algún tipo de distintivo reglamentario, en el uniforme podrá colgarse la medalla, para lucirla ante la santa madre iglesia.

Por si alguno tiene dudas de que eso sea competencia incluida en su reglamento de trabajo y sus competencias explicitadas en la ley de policías locales, el superintendente les deja bien claro que su  cometido en la Procesión del Rosario de Cristal sustituirá a la prestación del servicio ordinario en su unidad de destino.

Para la CGT esta cuestión no es baladí, y creemos que estas injerencias deben cortarse de raíz. ¿Nos parecería normal que esto mismo ocurriera por ejemplo en la fiesta del yom kipur judia o en la fiesta del cordero islámica, transportando nuestros policias, con uniforme de gala el cordero a sacrificar?

Pues tan surrealista como son estos ejemplos, nos parece lo otro. Bastante fuerte nos parece que se utilice la ropa de trabajo, por personas que están fuera de servicio, como para que encima se les aparte de sus funciones habituales en unos días de mil tareas, y se les permita la participación con mandos y fanfarrias en un acto religioso de naturaleza cristiana apostólica.

Vale de historias, vale de parafernalias, vale de intromisiones, vale de escritos del superintendente , bendiciendo estas chapuzas.