Y no será porque no nos esforzamos, pero no hay forma. No hay forma de que CGT, que por encima de todo defiende los intereses de todas y todos los que trabajan en esta casa, pueda dar el visto nuevo a la nueva instrucción que va a llegar de la chistera del concejal de personal, donde regula el teletrabajo para los próximos años en el ayuntamiento.

A ver, CGT no se opone al teletrabajo de por sí, aunque ideológicamente nos crea inquietud, pero somos conscientes de que, en el ayuntamiento, bien desarrollado, podría ser útil para algunas personas.

Pero no daremos nuestro sí a una instrucción que no nos gusta desde el principio al final. Y nos volveremos a quedar en solitario, porque el resto de sindicatos o bien la van a apoyar o se van a quedar en una tibia postura de ni sí ni no.

¿Y por qué nos volvemos a instalar en la zona del no?

Pero, como vamos a decir que sí a un teletrabajo que te tienes que pagar tu el equipo informático, la línea telefónica, internet de fibra como poco, que te van a marcar objetivos totalmente subjetivos, y que para colmo tienes que costearte tu espacio-oficina en casa y que además va a ser supervisado por prevención, para que te puedan decir que tienes que hacer adaptaciones a tu “nuevo centro de trabajo” que pagaras tú, junto a la luz, la calefacción y la biblia en verso.

Pero tranquis que a la corporación no se le podrán pedir responsabilidades por si te accidentas o te sale un orzuelo de estar todo el día mirando la pantalla de tu ordenador, han sido muy hábiles en descargarse de esas responsabilidades en la instrucción que llegara en breve.

Menos mal, que no te piden que esos meses o días en teletrabajo, te des de alta en la seguridad social y hacienda como autónomo. Al menos nos hemos salvado porque no se les ha ocurrido.

En fin, CGT seguiremos caminando por la vereda sindical, sin compañía de ningún otro sindicato, pero con la cabeza alta y la dignidad en plena forma.

No a este teletrabajo, no a esta imposición cutre de una instrucción que intentaremos tumbar en la próxima negociación del pacto-convenio. Dirán que es voluntario, que son lentejas, si quieres las comes y si no las dejas. Pero para la corporación todo son ventajas y cuando eso ocurre, ningún sindicato que se precie, debería dar el visto bueno. Que “listos” hay muchos.