El 18 de julio de 2020, a 84 años de una de las páginas históricas más negras y crueles de nuestro país, comprobamos que las alianzas y estructuras de poder de la dictadura franquista siguen asentadas y firmes dentro del aparato estatal, gubernamental y judicial, sigue habiendo vencedores y vencidos, amos y criados, los de arriba y los de abajo.

El golpe de estado del 18 de julio, militar-eclesiástico y fascista contra la legalidad republicana, la cruel guerra “incivil”, la dictadura, la represión, tortura y muerte del pueblo trabajador, la prisión y las desapariciones, las fosas en la cunetas y las comunes fuera y dentro de los cementerios tras los fusilamientos masivos, el exilio, exterior e interior, son una pesada carga de dolor y recuerdo que muchos de nosotros y nosotras aún arrastramos.

Tenemos una deuda muy grande con aquellos y aquellas luchadoras, aún les debemos la reparación de su dignidad, su recuerdo y la reivindicación de su lucha, que no fue en vano, que seguimos en la misma trinchera social contra el represor. Y es en esa lucha, en ese recuerdo, donde el 18 de julio, el pueblo trabajador debe estar alerta y atento para impedir que las ideas fascistas penetren y se expandan en nuestras clases.

En este mismo momento, el cáncer capitalista está queriendo acaparar y enriquecerse más aún de los recursos colectivos y populares, acrecentar la miseria y la precariedad de la mayoría de la población, con el objetivo último de que una minoría privilegiada mundial controle, disfrute y acumule la riqueza natural, social y humana de nuestro amado planeta.


Este 18 julio 2020 ni olvidamos ni festejamos nada, es un día de recuerdo y de dignidad, de mantener alto nuestro ideal libertario de apoyo mutuo, de que la unión hace la fuerza, y al igual que nuestros antepasados luchadores se unieron, demostremos que es en ese camino y dirección donde estamos todas las luchadoras y luchadores de hoy, de nuestro presente conquistando nuestro futuro y el de nuestras siguientes generaciones

CON EL FASCISMO, NUNCA; CON EL PUEBLO, SIEMPRE.