Desde CGT vemos con sorpresa que este ayuntamiento restringe los trámites que se realizan de forma presencial limitando a algunos de ellos sólo la vía telemática. Prefiere obviar el derecho del ciudadano a elegir la forma de relacionarse con la administración, y utilizar un “reglamento” que se lo impide “por que yo lo valgo”. Es curioso, que decide que es necesario pedir mayores requisitos para el personal candidato a formar parte del personal municipal y en cambio, decide que sólo podrá acceder quien lo haga de forma telemática. ¿Qué es de la administración local, de la cercanía del ciudadano si el Ayuntamiento es una cosa virtual?. ¿Tendremos un avatar como alcaldesa o será simplemente una abaratar?. Esas y otras preguntas nos asaltan.

Hay varias razones para no poder acceder a la vía telemática, una de ellas, la de no saber hacerlo. En España, en 2022, se han producido un total de 38.266 deshaucios, según datos del CGPJ. Eso arroja una cifra de 105 deshaucios al día. No tenemos claro que estas personas tengan los medios necesarios para poder acceder a los trámites sólo de forma telemática. Quien pretende gobernar el país, no es empático con esta realidad, que dice que hay personas que no tienen acceso a los medios que se presume “tienen todos los ciudadanos”. Mientras exista una sóla persona que no disponga de este medio de relacionarse con la administración, quedará sin validez el requisito de acceder a los trámites con igualdad.

Pero no sólo es esta la razón. Del mismo modo que vemos en los comercios que se instalan “cajas amigas”, que caso de ser amigas de alguien, no son ni de la clientela ni del personal que trabaja allí, hay personas que siguen haciendo cola porque necesitan o prefieren el contacto personal. Habrá personas que ideológicamente defiendan la administración pública y la atención presencial en ella. Es cierto que el neoliberalismo verá bien desviar los fondos públicos destinados a personal en cosas “más eficientes”. Es un problema grave de estos últimos años la mayor inversión en “cosas eficientes” y menor inversión en personal que atienda al ciudadano. Son dos mundos antagónicos, el de los servicios públicos accesibles a toda la ciudadanía, como defiende CGT y el de los servicios “eficientes” para una mayoría excluyente que instaura el neoliberalismo. Una cosa es FACILITAR, que es lo que supone añadir la vía telemática a la presencial, y otra IMPEDIR, que es lo que supone eliminar la vía presencial. Es un concepto nuevo de lo que supone la palabra libertad. Hemos asistido a este nuevo concepto de la palabra que se aplica a medidas que no tienen ni el más mínimo sentido social, atendiendo tan sólo a los instintos particulares y egoístas de unas pocas personas. Sólo es libre, quien elige libremente, y solo se elige libremente desde la igualdad. Una sociedad neoliberal, se basa en la desigualdad, luego difícilmente puede hablar de libertad. De la libertad de verdad, la que proporciona una sociedad sana y democrática.

Hemos exigido desde CGT que la presentación de instancias no excluya al modo presencial de hacerlas, tal y como entendemos establece la ley, con el fin de que lo que en un principio se pretende FACILITAR no acabe como ahora, por IMPEDIR.

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