Creemos que las fotos hablan por sí solas.

Estas son las condiciones en las que las y los compañeros del Centro Cívico Delicias, que desempeñan, en el mostrador de entrada al centro, su trabajo.

Pero no los compadezcáis, ahora están felices, pues tras llevar con el cristal de la puerta rota desde el mes de septiembre, y por lo tanto permitiendo la entrada libre de aires y temperaturas, han conseguido que al menos se dignen en ponerles un toldo para evitar el frio. Una solución mágica digna de Pepe Gotera y Otilio, pero que al menos ha paliado la dejadez absoluta que existía ante las quejas de compañeros y compañeras, día tras día, semana tras semana, mes tras mes.

Esta corporación que tan diligente se siente ante peticiones de determinados colectivos, parece que olvida que las condiciones de trabajo no pueden obviarse con total desprecio en otros grupos de trabajo menos agraciados en el reparto de diligencia y atención.

Desde CGT seguiremos insistiendo para que se arregle esa puerta y que la solución dada ante nuestras quejas, de poner un toldo, sea solo una anécdota tras una bochornosa dejadez de más de cinco meses..