El planeta Tierra ya ha entrado en la fase de emergencia climática. Desde la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Lucha (de la que forma parte CGT) consideramos que esta situación es consecuencia directa de un modelo de producción y consumo desaforado e inapropiado que pone en riesgo nuestra supervivencia y tiene un efecto devastador en las poblaciones más vulnerables y pobres del mundo. No responder con la suficiente rapidez y contundencia a la emergencia climática supondría la muerte de millones de personas y la extinción de especies imprescindibles para la vida en la tierra.

Partimos de un hecho incuestionable hoy en día : el cambio climático no es el problema inicial, lo es el sistema de producción, distribución y consumo, llamado capitalismo, basado en el crecimiento del lucro por el lucro, para el beneficio privado de una minoría. Es la causa y a la vez el problema, y en consecuencia, no existen “transiciones justas” dentro del sistema capitalista.

Además, el deterioro ambiental de las condiciones de vida se sufre de forma desigual en función de la clase social, el sexo, la procedencia o las capacidades. Defendemos que la transición ha de enfrentar estas jerarquías y defender y reconocer de forma especial a la población más vulnerable.

Con la firma del Tratado de Comercio UE-Mercosur, la Unión Europea entra en contradicción con sus objetivos medioambientales, facilitando la deforestación del Amazonas, amenazando el consumo de proximidad, poniendo en riesgo la supervivencia de los pequeños agricultores, firmando un Tratado hecho a medida de las Transnacionales Europeas y Agroalimentarias, que no dudarán en destruir el Planeta con la complicidad de gobiernos de ultra-derecha como el de Bolsonaro, que minimizan y amparan la destrucción de la Amazonía, amenazando la supervivencia y la forma de vida de las comunidades indígenas, verdaderas propietarias del Territorio. La Unión Europea se convierte así en el mayor defensor del libre comercio y de la impunidad corporativa.

Las grandes corporaciones y el Gobierno de Estados Unidos también ponen en peligro el Amazonas y junto con China son los más grandes de los contaminadores el mundo y principal de los defensores de la industria del petróleo.

Por todo ello, desde la RSISL hacemos un llamamiento a la movilización de la clase trabajadora en apoyo a las acciones de desobediencia civil y movilizaciones (huelgas, manifestaciones, etc.) que tendrán lugar a nivel mundial en la semana del 20 al 27 de septiembre, junto con la juventud y otras organizaciones sociales, exigiendo desde la lucha sindical el reparto del trabajo, la reducción de jornada con el mismo salario, la eliminación de los combustibles fósiles, reivindicamos un cambio de modelo productivo para producir los bienes socialmente necesarios, conscientes de que la lucha en defensa del planeta es y debe ser, la lucha de la clase trabajadora contra el capitalismo.

http://www.laboursolidarity.org/Llamamiento-a-la-movilizacion?lang=fr