40 años de igualdad en Zaragoza… y no precisamente de color rosa.

Parece que el cierzo se lleva las acciones de cuarenta años en un voleo dejando una suave brisa enternecedora que todo lo impregna, pero nada más lejos de la realidad.

El veinticinco de octubre nos convidaron a celebrar los cuarenta años de trabajo para conseguir una ciudad igualitaria, diversa, inclusiva, feminista y libre de violencias.

Fuimos convocadas a las doce y media en el salón de recepciones de la casa de todas, es decir de la casa consistorial. Ya sabemos del protocolo de este tipo de actos para que todo sea impoluto y perfecto.

Desde la concejalía de igualdad se ve un mundo de color rosa maravilloso, el violeta le repele, parece que el color elegido por las mujeres feministas que tanto han conseguido a lo largo del tiempo les da alergia. Ya sabemos que estos actos tienen mucho protocolo y se trata de quedar bien con todo el mundo mundial, especialmente con los socios de gobierno, pero mujer…bueno es lo bueno, algo de feminismo y nombrar de modo más serio a las trabajadoras de la Casa de la Mujer, a los sindicatos que tanto apoyan y a las entidades ciudadanas a través de sus grupos de mujeres habría estado bien, pasar de puntillas hace que se echen de menos acciones reivindicativas. Ni se mencionó el Plan de igualdad para empleadas y empleados del Ayuntamiento de Zaragoza, ni se habló con lenguaje inclusivo, -se ve que no interesa- está claro que dilatar en el tiempo las cosas no hace sino empeorarlas.

María Borque fue la periodista que llevó el hilo conductor del acto presentando a Esther Vallejo, cantautora, junto a su hermana Beatriz a la percusión y María Alfaro bailarina.

María Antoñanzas, Concejala responsable de igualdad, comenzó saludando a las concejalas y al concejal que asistieron, habló de la calidad de vida, que gozamos en Zaragoza gracias al espíritu de sus gentes respetando su esencia histórica, dijo que somos testarudos, nobles, gente sencilla y amantes de nuestras costumbres,-así no hay manera de quitarse de encima la etiqueta de baturros bizarros-, nos  invitó a realizar un viaje en el tiempo, desde1982 que si aparcábamos en la plaza del pilar, que si no existía Valdespartera ni Parque Goya, que si los bonobuses de papel… para concluir que desde entonces se trabaja la igualdad en el ayuntamiento y es una palabra que parece que cuesta un poquito… (si eso cuesta, con estas políticas que no ponen nombre al trabajo realizado, la llevamos buena) se remonta a 1985 con María Arrondo, la primera concejala que da un paso adelante en igualdad, -por cierto, Arrondo sí nombra en el vídeo a las feministas y al equipo-   de ahí salta hasta hoy…que si ya no estamos en la misma situación, que ya estamos en otros temas, aunque vemos que la incorporación es un hecho todavía falta, la conciliación es un techo invisible, los trabajos precarizados y los empleos , la violencia contra la mujer sigue siendo la mayor desigualdad, seguir quitando clichés en hombres y mujeres, la libertad y la igualdad son los cimientos, y para concluir anunció que seguiremos con nuevos programas en el ayuntamiento.

No se sabe qué tipo de programas a la vista de estos años en los que parece que la acomodación y la autocensura van ganando la partida.

Se agradeció a las entidades, a la sociedad, a todas las mujeres y  a las personas que han trabajado en igualdad y en el servicio y a todas las áreas con proyectos propios de igualdad, porque es más fácil avanzar cuando te acompañan en el viaje. Pero de puntillas, todo de puntillas.

Se proyectó un vídeo, en el que se dejó bien clara la actitud y el lenguaje de las distintas concejalías de mujer e igualdad – todas utilizando un lenguaje inclusivo, por lo que claramente se trasluce el retroceso con esta corporación – Salieron en el vídeo, la mencionada María Arrondo, Inés Polo, Verónica Lope, Pilar Serrano, Carmen Gallego, Roberto Fernández y Arantxa García. Al final la actual concejala, María Antoñanzas, habló de la anécdota de casi pelearse con su padre por llevar a sus hijos al parque, por llevar su carrito, algo que no pudo hacer con ella, dijo que falta mucho, pero echando atrás la vista se ha avanzado mucho, que es lo importante, a estas alturas ya se habrán dado cuenta del nivel de su discurso.

Después salieron a ocupar las sillas las mujeres elegidas como ejemplos para la ocasión y que la periodista presentó. Diana Eito de la policía local, Silvia Plaza, presidenta de Jóvenes empresarios de Zaragoza, Lorena García, arbitra internacional de balonmano, Esther Borao, directora del Instituto Tecnológico de Aragón, y María López gestora cultural.

María se definió como periodista rural y de la asociación de periodistas por la igualdad, donde luchan para que las mujeres sean representadas en los medios de comunicación, porque se crea opinión, ellas han creado una agenda de expertas, hay mujeres arquitectas, médicas, y han visto durante la pandemia una bajada perceptible del número de expertas que han sido consultadas. Animan a todas las mujeres a ser altavoz, habló de suelos pegajosos que atrapan a las mujeres con sentimientos de cuidadoras, de que los hombres están en los despachos y ellas en el trabajo de calle. La arbitra de balonmano habló de que hay igualdad, pero no hay justicia, quiere “un poquito de justicia”, la gestora cultural aludió al 51 % de mujeres en la gestión cultural y lo sorprendente es que sólo llegan el 25%, diferenciando el arte de la gestión cultural, en el arte hay menos mujeres, porque tienen confianza, pero menos apoyos, un asunto a cambiar es el apoyo las mujeres trabajan en equipos de coordinación porque sucede que quien da la cara y la pone son los hombres. 

No mencionaron a otras Instituciones que apoyan al municipio a través de convenios, ni de las colaboraciones con las feministas o la coordinadora de asociaciones feministas de Zaragoza. El feminismo es igualdad ¿por qué evitar nombrarlo? y sin la presión feminista no habría sido posible ni la Casa de la Mujer ni el trabajo por la igualdad en nuestra ciudad.

Los ejemplos elegidos para el acto son unas pinceladas del panorama, pero podrían haber sido otras, no se habló de la realidad de las mujeres, ni del tiempo que se invierte para avanzar en las políticas de igualdad en el propio ayuntamiento. Por supuesto ni mencionaron a los sindicatos. El acto bien podría haberse llamado FACHA_DA para quedar bien con la igualdad y otros temas “de mujeres”.

Echamos de menos el lenguaje inclusivo del alcalde y sobre todo de la concejala, ya sabemos y permitimos, como no puede ser de otro modo, que como mujer puede expresarse como se encuentre más cómoda, faltaría más, pero en estos actos representa a la concejalía de la igualdad, a todas las mujeres de la ciudad y habría quedado mejor, más si tenemos en cuenta la última campaña lanzada este octubre/noviembre por el servicio de Mujer e Igualdad dentro de su Programa de prevención y atención integral a la violencia de género, donde se alude como eslogan a “La realidad detrás de las palabras. Subrayar los datos para tachar las violencias” el lenguaje como vemos, es muy importante solamente hay que cuidarlo.