Solidaridad. Eso se respiró en las votaciones que la plantilla del Servicio de Instalaciones Deportivas llevó a cabo ayer, en el Siglo XXI. Personal municipal que desempeña diferentes puestos, como personal operario, oficial, maestro, jefes de complejo o técnicos, todos a una, defendiendo la contratación de más personal que haga que las instalaciones deportivas de Zaragoza, sigan prestando sus servicios como debe ser. Unas personas, tendrán que dejar de trabajar por ser quienes están de turno y tienen la responsabilidad aceptada libremente del cierre físico, pero el resto, contribuirá con su salario para la creación de una caja de resistencia que permita que otra siga la lucha y otra y otra hasta conseguir el objetivo.

Si bien la gestión del gobierno de la ciudad es quien se encarga de gestionar un servicio, es el personal municipal que estamos desarrollando nuestras actividades en el Servicio quienes conocemos a la ciudadanía que acude a las instalaciones. Sus nombres, sus caras, sus equipos… nos vemos después en la panadería, o en el kiosko del barrio. Saben estas personas que ya no se abren las instalaciones como antes. Sabemos quienes son las personas que han tenido que cambiar el lugar donde jugar sus partidos por cierres más o menos programados, por bajas sobrevenidas, y ahora ya, por la carencia de personal.

Es duro y frustrante para quien desarrolla su trabajo, ver como se viene abajo. Del mismo modo que una criatura sufre con congoja la rotura de una hoja del cuaderno por no ser del gusto del profesorado, o el albañil que ve demoler aquel muro que hizo cuando era joven, o la carnicería que ha de tirar el género que no ha podido vender, sufrimos el personal municipal que cerramos las instalaciones al público por falta de personal.

Tras un año de peticiones, movilizaciones y otras acciones encaminadas a arreglar las cosas sin sufrimiento, la situación llega al punto de la confrontación. En ella, se plantea una huelga indefinida en la que tenemos que decir a las personas que conocemos con nombre y apellidos y se acercan a las puertas de las instalaciones, que las personas del Servicio están firmemente decididas a perder su salario, aquello por lo que tantas personas madrugan o trasnochan y desarrollan su trabajo, con el único objeto de que otras personas, vengan a nuestro lado, que la plantilla aumente y podamos prestar el servicio como la ciudadanía se merece y sostiene con sus impuestos.

Abajo, os ponemos el comunicado emitido por las secciones sindicales con motivo de las votaciones de ayer.